Es el 10 día del nuevo año y ¿cómo va el ánimo para el cumplimiento de sus metas? No sé a ustedes, pero a mi en lo particular, no me gusta hacer metas, planes y proyectos para finalizar el año. Creo que hay que hacerlos siempre y no sólo en una fecha. Sin embargo, el inicio de un año es un buen pretexto para desempolvar viejas listas, sacar del cajón de los recuerdos cosas que tenemos ganas de hacer y reeditar nuestras prioridades.
Quiero compartir con ustedes una pequeña lista de preguntas que tal vez les pueda resultar de utilidad para repensar las posibilidades que el 2009 les puede brindar:
1. ¿Existe una diferencia sustantiva entre lo que deseas y lo que necesitas?
2. ¿Cómo quieres calificar este año cuando llegue el festejo de año nuevo?
3. ¿Qué lugares quieres conocer en este 2009?
4. ¿Cómo quieres verte y sentirte en 12 meses?
5. Si tuvieras que escribir una historia sobre tu vida al cerrar el año, ¿qué te gustaría narrar?
6. ¿Qué características emocionales propias te van a ayudar a contar esa historia?
7. Si mencionaras dos metas en las áreas financiera, laboral, familiar, personal, de salud ¿cuáles serían?
8. ¿De qué quieres deshacerte este año?
9. ¿Que tienes ganas de hacer en los 354 días que te quedan?
10. ¿Si este fuera el último año de tu vida, qué sería diferente?
Imagen:allposters.com
2 comentarios:
No me gusta marcarme metas. Dejo que la vida me sorprenda y me dé su ración de historia.
Hace seis años sufri un accidente que me mantuvo en coma, desde entonces, me dejo vivir. Doy gracias todos los días por poder ver el sol y amar a los que me rodean. La verdad es que no ambiciono grandes cosas, dejo que mi vida fluya.
Reconozco que antes era distinta y cada 31 de diciembre pedía un deseo, casi siempre material. Hacía una relación de propósitos y me quedaba a verlas venir. ya no.
No pido deseos (y ni se me pasa por la cabeza algo material)y no hago listas.
Para mí lo importante es vivr.
Un beso tesoro y siento no haber sido de gran ayuda en este caso.
Querida Arantza,
Has sido de inmensa ayuda. Como decía, yo tampoco creo en marcar metas en un momento y esperar que se cumplan milagrosamente a lo largo de los siguientes 12 meses. Creo que la vida va por otro lado.
La muerte, estoy convencida, es la gran maestra de la vida. Nos enseña a vivir si estamos dispuestos a reconocerla y asumirla y nos puede dar infinitas lecciones. A mi también me ha enseñado, y mucho. Por alguna razón la muerte ha rondado mi vida de manera cercana en los últimos tres años (y los últimos dos meses de manera indescriptible). Creo que la vida hay que dejarla fluir, pero también ha sido importante para mi reconocer que hay cosas que no quiero volver a vivir, o mejor dicho, que puedo asumir actitudes distintas ante hechos que están más allá de mi control. Esas son las metas que más me importan: decidir estar bien, suceda lo que suceda; dejar de tomarme las cosas personales cuando los demás deciden hacer su vida; disfrutar cada minuto aunque a veces quisiera encerrarme en un caparazón; etcétera.
Te mando un beso enorme y gracias por compartir esto. De veras.
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