El mundo de las esposas de los Jefes de Estado y de Gobierno es uno muy particular, rodeado de glamour, reflectores y muchos eventos, pero también un tanto incomprendido y sobre todo... desconocido. Ellas son, en el mejor de los casos, un valioso activo para sus esposos y se convierten en personajes que cumplen, en el rol tradicional, requisitos protocolarios que demanda la etiqueta de Estado. Cuando alguna de ellas se sale del molde y de lo que se espera de esas "mujercitas que deben estar calladas", normalmente arde Troya. Por razones políticas, la mayor parte de las Primeras Damas se dedica a labores filantrópicas o sociales, ese papel es bien visto y aceptado. Aquellas mujeres que antes de convertirse en Esposas de un Mandatario tenían una profesión propia o desarrollaban actividades de naturaleza diversa tienen que acatarse a las reglas no escritas del comportamiento de una cónyuge en estos casos, de alguna manera pierden sus derechos ciudadanos pues no se les permite trabajar o participar políticamente pues ponen en riesgo el equilibrio político que sus esposos buscan establecer. Han existido casos paradigmáticos, como el de Cristina Kirchner, quien fue senadora mientras su marido fungía como Presidente de Argentina o el de Marta Sahagún en México, quien decidió trabajar desde una trinchera distinta al DIF, institución tradicionalmente precedida por las esposas de los presidentes mexicanos.
Ahora, Carla Bruni-Sarkozy, polémica esposa del Presidente francés Sarkozy, ha sido nombrada Embajadora contra el Sida del Fondo Global para Combatir el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y cuya sede se encuentra en Ginebra. El hermano de la Primera Dama murió de sida y su familia fundó la Bruni Tedeschi Foundation para combatir la enfermedad. Bruni ha declarado que hará uso de su proyección y presencia mediática para apoyar la lucha y dedicará tiempo a dar difusión al trabajo realizado a favor de los enfermos.
Me parece loable el compromiso con una causa que afecta de manera significativa a un porcentaje considerable de la población mundial y que amenaza de manera directa a mujeres y hombres de todas las edades. Haga lo que haga Bruni, la prensa la sigue; si lo que hace beneficia a sectores y grupos que lo necesitan, adelante. Bienvenida la publicidad. Lo importante será medir y evaluar el impacto que sus acciones y presencia pueda tener en alguna de las actividades específicas que diversas instituciones realizan para combatir esta epidemia.
Si te interesa conocer datos más detallados y el último informe de ONUSIDA sobre esta enfermedad, haz click aquí.
Imagen: terra.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario