Lilith: entre la expulsión y el reconocimiento

Lilith, junto con Caín, expulsada de las Sagradas Escrituras. Desterrada de la historia, innombrable de todos los tiempos, amenaza para la paz, antisímbolo de lo femenino, de lo bueno, de lo aceptable. Camino de la deshonra, de la perdición, del mal, del fin. 

¿Por qué a quien reclamó igualdad ante Dios le fue prohibido tener un lugar digno en la historia de los tiempos? ¿Por qué la sensualidad, el desafío, la valentía, la fortaleza en una mujer han sido castigados en los libros fundadores de nuestra cultura? 

Se le asocia con la brujería, con espíritus malignos y vampiros. Su primer advenimiento se presenta en el poema de Gilgamesh, un antiguo texto literario mesopotámico, que reúne gran parte de su mitología. Los sumerios la representaban como una especie de mujer pájaro con patas y garras de lechuza parada sobre un par de chacales y a sus lados con dos lechuzas, sus pájaros sagrados, la escultura que data del 2000 a.C. así lo prueba. Más adelante los asirios y babilonios la absorben como un demonio alado. Esta figura influiría en las culturas hebreas antiguas quienes representaron a Lilith como espíritu nocturno o demonio femenino. Esta idea se extendería hasta Grecia asumiendo el nombre de Lamia.

El mito indica que Lilith acostumbraba salir por las noches en busca del semen desperdiciado de los hombres solos para fertilizarse y crear demonios. Los hebreos se protegen de ella lanzando conjuros. Dentro de la Biblia no se le da gran importancia, en el Talmud se le imagina como una mujer demonio y ya al entrar la Edad Media se le considera consorte de Yahveh.

Fue creada, sin embargo, con dulzura, con un cuerpo voluptuoso, rebosante de vida y alegría. Desafió a Adán cuando él trato de imponerle tareas y ella le cuestionó, argumentando que si ambos habían sido creados a imagen y semejanza de Dios, no podía él decidir sobre ella ni imponerle su voluntad. El quiso imponer su fuerza para someterla, ella usó la seducción para salirse con la suya. Al momento de intenter procrear, él quiere estar encima de ella y ella busca hacerlo lado al lado -ninguno encima del otro- Adán enfurece. Intenta durante días convencerla y no lo logra. Cuando parece que han llegado a un acuerdo, él intenta colocarse encima de ella y violarla;  Lilith al no tener escapatoria, grita el nombre prohibido de Dios.... y así logra escapar del Jardín del Edén, con alas en la espalda. 

Su "pecado" fue desafiar al hombre en el Paraíso, nombrar a Dios con EL nombre que no podía nombrarse y no someterse. 

¿Por qué el temor a reconocer el valor de las características de esta mujer en nuestra historia? Si el patriarcado era sólido y fuerte ¿en qué le amenazaba la figura de Lilith? ¿Por qué ha sido prohibida en nuestra cultura que las mujeres tengan características de fortaleza, voluntad, asertividad? 

En un mundo equitativo e igualitario -que reconoce las diferencias- hombres y mujeres pueden reescribir las historias que han definido sus roles. ¿Qué podríamos aprender ambos sexos de la historia de Lilith? No se trata sólo de la reivindicación femenina, se trata también de un reencuentro de lo femenino y lo masculino, y éste no puede darse sólo desde una óptica. Es necesario el diálogo ying-yang; hombre-mujer para definir los nuevos roles y la construccion de un mundo integral. 

Fuentes: Razón y Palabra, mipagina, 

Imágenes:clainlenlad, halexandria.org