Ser o no blogger

¿Ser o no ser blogger? That is the question. 

¿Ser blogger es un estilo de vida? Jajaja. No lo creo, sin embargo, una parte de la respuesta tiene que ser afirmativa. Enfrentarse a la tecnología y comprender el lenguaje de los blogs es todo un reto, y no es para todos (ni todas). ¿Qué implica? Entender la lógica binaria del mundo cibernético, pensar en menús y flujos lógicos del sistema o la plataforma en la que tienes instalado tu blog y enfrentarte a todo tipo de signos y sorpresas. 

¿Es un estilo de vida entonces? Pues supongo que si, si aprender a desafiar los límites propios es parte del mismo. Este dilema, claramente, no lo viven las nuevas generaciones. Ellas han nacido con un "chip" en el cerebro y piensan, actúan y conviven con las nuevas tecnologías de manera absolutamente natural. Para quienes hicimos nuestra carrera con una inolvidable Olivetti a la mano y tuvimos que hacer copias de cada uno de nuestros trabajos, el desafío es mayor. Por más sencillas que sean las instrucciones implica un tiempo aventurarse a inspeccionarlas. ¿Y si desaparezco todo lo que llevo hecho? ¿Y si hago que entren de manera incontrolada los virus que rondan internet? (Claro, esto es menos probable si usas una Mac, pero podría darse el remoto caso.)

Encuentro a muchas colegas en este mundo, sin embargo, el espacio sigue siendo predominantemente masculino. ¿Podría hablarse de una feminización de la blogósfera? Pues tal vez si logramos hacer más patente nuestra presencia, nuestra manera de diseñar,usar el espacio, expresarnos. Por lo pronto, ser usuaria es un paso. 

La información claramente se encuentra cada día más fragmentada. Posiblemente acabemos encontrando en un futuro no muy lejano realidades definidas desde una perspectiva de género. No sé si será lo mejor para comprender la compleja dinámica del mundo actual, pero puede ser una alternativa. ¿El mundo de las mujeres bloggers?  Me gustaría una blogósfera más incluyente, en la que hombres y mujeres de diversas edades y perfiles interactuemos y en donde la presencia y participación sea equitativa. A esto quisiera añadir que me gustaría encontrar un mundo cibernético en el que las mujeres que hablamos castellaño tuviésemos mayor presencia. Si las palabras construyen realidades y las de nuestro idioma están limitadas o de plano quedando en el olvido, ¿qué mundo construiremos?  

En fin. Son ideas al aire en una fría madrugada de octubre. 

Imagen:blogueando.com