¿Por qué un Blog así?

Muchas personas me han preguntado que para qué edito, construyo, hago un blog. Lo ven como algo inútil. "Es una absoluta pérdida de tiempo" he escuchado infinidad de veces. ¿Quién te lee? ¿Te pagan? ¿Qué dices? ¿Qué tanto tienes que decir? 

Pues confieso que ninguna de estas razones me ha detenido y las respuestas que tengo no tienen nada que ver con las preguntas que me han formulado. ¿Por qué este blog en particular? (Tengo otro blog que fue el punto de partida para conocer la blogósfera y decidir crear este espacio.) Por varias razones. 

Me gusta escribir, comunicarme, inventar, expresarme. He descubierto en la "blogósfera" un mundo lleno de creatividad, talento y expresión. Hay gente a quien le interesa lo que tengo que decir, hay personas a quienes no les importa en lo más mínimo. A mi me gusta comunicarme y compartir, debatir, conocer y explorar ideas. En este lugar puedo hacerlo, sin ser editada y lo puedo hacer cuando quiero y como quiero. 

Empecé a escribir aquí como una cuestión de reto y desafío personal. Fue también un asunto de disciplina: escribir diario. Ello no lo he hecho aquí, pero si en Conversaciones de Café, mi otro espacio y rincón virtual. El hecho de obligarme a dedicarle un tiempo y espacio a que las ideas, palabras, fotografías o cualquier otra herramienta a mi alcance y gusto expresen lo que quiero en ese momento me ha gustado. Es como un autoregalo en un mundo lleno de prisa, de personas exigiendo actitudes y acciones "políticamente correctas" en un mundo intrínsecamente incorrecto y lleno de contradicciones. 

Mujeres Construyendo. Me atrajo la idea de habitar y construir un espacio en el que todas las mujeres podamos expresarnos, conocernos, escucharnos, vernos (en un futuro, ya verán a qué me refiero) y compartir sin importar preferencias, posiciones, notoriedad o anonimato. Aquí, todas, absolutamente todas las mujeres tienen algo que decir: las santas, las putas, las conocidas, las desconocidas, las que han optado por trabajar y competir en un mundo masculino y las que han decidido dejar su vida en casa atendiendo las necesidades de sus hijos y de su marido. Todas tienen el mismo peso, sobre todo, TODAS tienen algo que decir, una experiencia que compartir, una idea que tirar al aire, una mirada que dar a conocer.  Esa idea me ha gustado. 

El reto de participar en un lugar al que tradicionalmente se la ha dado la primicia al género masculino me ha inquietado. La tecnología normalmente se ha asociado con el hacer de los hombres y resulta que existimos muchas mujeres blogeras. Somos minoría, y mayores de 40, doble o triple minoría. No importa, el desafío de conocer el funcionamiento de este mundo virtual, presentarme por mi nombre y no con un avatar me gusta. Disfruto el hecho de encontrar otras mujeres escribiendo, creando, compartiendo su talento.  

Este blog, además, no está visualizado como un rincón excluyente y único de mujeres. No me gusta el feminismo excluyente. Me gustan los hombres, lo que tienen que decir y me gusta entender su manera de andar por la vida. Quiero invitarlos a escribir, participar, pensar, debatir y discutir aquí. Por ello hay una sección a la que están invitados y por la que transitarán nuestros vecinos  y compañeros del planeta. 

Por esto me gusta ser blogger o bloguera. No lo puedo remediar. 

Imagen: impactlab.com