Si algo es constante eso es el mismo cambio. Y por la misma razón lo único seguro es que no hay nada seguro. Cuando hablamos de dinero los anteriores razonamientos son percibidos más como una amenaza que como una oportunidad. De hecho la palabra “riesgo” se asocia más con la opción de perder que con la opción de ganar. ¿No llama la atención a nadie?
Muchas personas, la inmensa mayoría, aman lo conocido porque piensan que lo desconocido es una amenaza, está fuera de control o es peor que lo conocido. El cambio siempre está fuera de la zona cómoda o sentida al menos cono segura. Pero la pregunta que deberíamos formularnos todos es: ¿existe la seguridad? En mi opinión, como ya he dicho, lo único seguro es que no hay nada seguro. Y en la economía que viene la seguridad, ahora más que nunca, la “normalidad” entendida como lo seguro caerán en la pura fantasía. Tal vez sea un buen momento para prescindir de la inexistente seguridad y reivindicar el valor y el atrevimiento para crear un mundo mejor.
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