Leí una nota en el Washington Post que aparentemente parecía no tener mayor sentido, inserta en la sección de finanzas personales, pero me dejó pensando en la dinámica de las salidas y cenas con amigos en estos tiempos de cuidar las finanzas personales.
Escribía el autor de la nota, lo siento, no recuerdo el nombre, que cada vez que salía a cenar en grupo, llevaba una calculadora. ¿La razón? Consideraba que lo justo y equitativo en tiempos de crisis era que cada quien pagara su consumo y que las cuentas no se dividieran en partes iguales. Para evitar el "es más rápido dividir todo entre los comensales", se aseguraba de tener la maquinita mágica que pudiera hacer los cálculos rápidamente. Hacía notar que normalmente, al menos en su experiencia, quienes insistían en dividir las cuentas por igual eran las personas que más consumían o pedían las cosas más caras, trasladando así los costos de sus gustos a los demás comensales.
La situación actual afecta no solamente el contenido de los bolsillo y el flujo de efectivo en nuestras chequeras, trastoca también la manera en que nos relacionamos con los demás y la dinámica al salir a lugares públicos a festejar o simplemente cenar o comer.
¿Qué hacemos las mujeres ante esto? ¿Nos gusta que nos sigan invitando a salir o preferimos dividir las cuentas? ¿En que situaciones aceptamos una invitación y en cuáles no? ¿Cuándo invitamos nosotras? ¿Caballerosidad y equidad están peleados? ¿Si sales con alguien por vez primera, debes aceptar la invitación u ofenderte si se divide la cuenta? ¿Cuál debe ser ahora la dinámica entre los roles de los hombres y las mujeres en plena transición y en un momento de crisis financiera como la actual? ¿Si sales entre amigas aplica lo mismo o justamente, entre amigas hay que dividir todo por igual?
En fin, claramente esto es una reflexión para comentar en el café, pero quise compartirla con ustedes y saber qué piensan.
Imagen:guadaenbici.blogspot.com
6 comentarios:
jajaja, buena cuestión, yo te comento desde mi plano personal: Mi pareja prefiere que pague yo, rara vez paga ella (a pesar de que estoy desempleado por culpa de la crisis), y mis amigas, cuando vamos a cenar los viernes por la noche, o bien pagan ellas, la mayoría de las ocasiones o me dejan colaborar con algo significativo, pero poca plata, porque saben que estoy mal de dinero. Y yo era el típico machito que no dejaba que una mujer me invitará a nada, y desde hace un tiempo agacho la cabeza, y me trago mi orgullo, ayssss, un besote y buen fin de semana!!
Yo he pasado por todo un poco en tiempo quise ser mujer en igualdad de todo y pagaba todo con la pareja, después era de las que comía más y era en partes iguales con mis herman@s, cuando se empezaban a dividir las cuentas era de las que comía poco, la verdad es que la lana me ha dejado un gran aprendizaje,ahora me he hecho responsable en dependiendo del caso me dejo consentir o pago lo que me corresponde un beso.
justicia y equidad no siempre van de la mano. yo disfruto cuando voy con amigos, y creo que dividir en partes iguales es lo más práctico y menos agresivo. del mismo modo si alguien no tiene dinero, lo justo es que su cuenta la paguemos entre el resto. No me ha sucedido que alguien pida dividir en partes iguales y consuma mucho más, ahí estaría ante un problema ético, más que económico.
En parejas, no me parece que sea necesario llevar cuentas de quién paga. es lo mismo que de pague entre dos, o que un día pague uno y otro día otro, las cosas se van dando naturalmente.
Saluditos.
Duncan:
Muy interesante tu perspectiva. Pocas veces podemos conocer de primera fuente lo que piensa un hombre en esta situación. Eso, por supuesto, nos obliga a mirarnos a nosotras mismas y repensar ¨nuestras certezas". ¡Muchas gracias!
Saluditos y buenas noches,
Lupita,
Qué gusto encontrarte por aquí! Gracias por compartir tu punto de vista y por darte este tiempo!
Creo que muchas nos podemos identificar con lo que dices.
Un beso.
Dondelohabredejado,
Una vez nos compartes una visión muy práctica y sensata sobre el asunto. Después de leerte, me pregunté ¿y por qué haremos tanto lío con este tema?
Me has dejado pensativa.
Un abrazo!
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