Voy despacio porque llevo prisa

Esta es una de esas ocasiones en las que el viejo dicho italiano tiene razón: "Chi va piano va lontano". En efecto, voy despacio porque llevo prisa. 

Un proyecto lleva tiempo, cariño, dedicación y mucha paciencia. Este rincón hace tiempo lo he traído en la mente y poco ha poco ha ido cobrando forma. Empezó como una idea tirada al aire y de repente pasó al papel. Primero fue el anverso de un mantel en una cafetería, después de ser doblado, guardado en la bolsa y rescatado pasó a formar parte de mi famosa libretita Moleskine de bolsillo con hojas de cuadritos.  ¿Qué sería? ¿Un blog, personal, un blog de mujeres, un blog de todo un poco? ¿Y si en lugar de un blog fuese una página de internet normal? ¿Blog-revista-diario?

Esa fue la primera parte. No sé ustedes, pero yo tengo un espantoso afán perfeccionista (lo reconozco con un poco de vergüenza) y  quería empezar todo perfecto: con la idea perfecta, el concepto perfecto, el diseño perfecto y las palabras perfectas.... y muy posiblemente, con la idea perfectamente muerta desde su inicio.  

Han pasado las semanas y hasta un par de meses, y poco a poco he ido aterrizando, sintiendo y escribiendo el contenido. Aún no defino si serán capítulos, secciones, simplemente Tags para usar la terminología blogger, o habré de inventarles un nombre. Decidí empezar a darle forma en el lugar mismo de "los hechos" y aventurarme a ir compartiendo de manera abierta el proceso de construcción de este rincón en el que realidades diversas y opuestas "caminan solidariamente de la mano".   

En el fondo, esto es una confesión, pues nunca me había dado la oportunidad de irle dando forma a una idea y abrirla para compartirla en su proceso de construcción.  Como todas las aventuras, sé cual es el punto de partida y lo demás.... irá sucediendo con variables que dependan de mi y muchas otras que no. Estoy dispuesta a ir enriqueciendo este espacio con ideas que alguien quiera compartir y a ir situando las mías lenta y suavemente.  He descubierto a lo largo de mi vida que las cosas que más disfruto son las que voy preparando con cuidado y calma; desde un buen platillo hasta un viaje anhelado. El buen vino no se cosecha de la noche a la mañana y las estaciones no aparecen todas en un día. Así quiero vivir el proceso de armado de este lugar, sin prisa, en silencio y con pasos amigables pero firmes. 

Si me quieres acompañar, eres bienvenid@.