La mujer que inevitablemente ha marcado nuestra vida es, precisamente, nuestra madre. Su presencia o su ausencia nos ha definido. Es quién nos ha hecho comprender el mundo, el lugar que ocupamos en él y en gran medida lo que somos hoy día.
Ser madre es un proceso de la naturaleza, pero también una actitud que muchas mujeres que no tienen hijos han desarrollando nutriendo a otros seres (humanos o de otra especie) y proyectos a los que dedican su corazón, tiempo y compromiso. Es una manera de cuidar, cobijar, proteger, nutrir.
Hay mujeres que han sido nuestras madres biológicas y otras que en el camino nos han ayudado a crecer y nos han brindado su amor incondicional sin tener obligación alguna de hacerlo.
A todas las mujeres que han nutrido a otras personas y han dejado huellas en su vida, les mandamos nuestro cariño y respeto. Las honramos y agradecemos.
Ser madre es un proceso de la naturaleza, pero también una actitud que muchas mujeres que no tienen hijos han desarrollando nutriendo a otros seres (humanos o de otra especie) y proyectos a los que dedican su corazón, tiempo y compromiso. Es una manera de cuidar, cobijar, proteger, nutrir.
Hay mujeres que han sido nuestras madres biológicas y otras que en el camino nos han ayudado a crecer y nos han brindado su amor incondicional sin tener obligación alguna de hacerlo.
A todas las mujeres que han nutrido a otras personas y han dejado huellas en su vida, les mandamos nuestro cariño y respeto. Las honramos y agradecemos.
Mujeres Construyendo: construyendo un nuevo diálogo y empoderando a las mujeres a través de los blogs. (www.mujeresconstruyendo.com)
2 comentarios:
A mi una me dio la vida, y me regalo y otra me crió!
Un Besito marino
Wow, Tita, esto que dices y el tono en el que lo dices es admirable. Un abrazo gigante.
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